A) Observar
observar, escuchar, consultar. El punto de partida es recopilar información sobre datos de la realidad. Los datos macroeconómicos y estadísticos, cuando están disponibles, permiten visualizar los escenarios generales. Pero los censos son raros, la información desorganizada incluso a nivel de las administraciones estatales, las estimaciones en consecuencia aproximadas.
la realidad diaria por lo tanto, debe explorarse escuchando las solicitudes de individuos y grupos reunidos para llevar a cabo proyectos que, de diversas maneras, apuntan al respeto de las personas y los territorios, a la inclusión, a la solución de problemas a menudo inauditos. Con un enfoque de abajo hacia arriba. Es decir, es necesario observar las situaciones en vivo, escuchar las voces de quienes las enfrentan para comprender sus alcances y posibles remedios.
Al revés. Observar y escuchar la criticidad específica es la base para verificar si y cómo se vive y gestiona en otros contextos sociales y geográficos. ¿El problema identificado tiene una recurrencia en otro lugar? ¿Alguien ha encontrado una manera de lidiar con eso, en privado y/o en público? ¿Se han desarrollado estándares, mejores prácticas, ideas y proyectos? Desde abajo, de lo particular a lo general, siempre es posible una solución.
B) Compartir
Compartir es la oportunidad que se nos ofrece a cada uno de nosotros de pasar de la fase 'contemplativa' (o indiferente, según se mire) a la de acción. La responsabilidad social es útil en todos los gestos, desde las elecciones de consumo responsable hasta la recogida selectiva de residuos. Pero nunca es suficiente, de lo contrario el mundo no sería tan pequeño. Se puede hacer más.
Conectar las experiencias positivas de los numerosos proyectos útiles a la comunidad, realizados hasta ahora en los distintos territorios. Qué problemas, experiencias, medidas tomadas y posibles soluciones. Procesar los datos, con la cabeza y con el corazón, para que se resuelvan los asuntos críticos. Destacándolos, con la visibilidad adecuada, para que puedan recibir apoyo.
Igualdad no es el libro Corazón del siglo XXI. Escuchar, observar y compartir no es suficiente. Los problemas existen para ser abordados con la eficacia necesaria para resolverlos, sin tregua. Y esta es nuestra misión, participar activamente en la sociedad para que la transformación se produzca en términos concretos y tangibles, a través de los proyectos que iniciamos y llevamos a cabo hasta su culminación.
C) Actuar juntos
Actuando juntos por el bien y el respeto de las personas, los animales y el medio ambiente es la razón de ser de Égalité. No bastan las buenas intenciones y mucho menos las palabras bonitas o las expresiones de solidaridad. Se necesitan compromisos concretos y ayuda, no para la asociación sino para todos nosotros y los que nos rodean. El Bien produce felicidad en primer lugar en quien lo hace y es contagioso, cuando lo aprendes es difícil deshacerte de él.
trabajo y compromisos son la práctica diaria de cada uno, actuar por los demás es una elección que requiere tanta atención. Decidir qué actividades emprender, aunque sólo sea el compromiso de apoyar un solo proyecto hasta su finalización, y mantenerlo de forma continua. La responsabilidad no es de un grupo de unos pocos privilegiados, es de todos. Todos podemos marcar la diferencia, en la práctica. Y también para convencer, u obligar, a unos pocos privilegiados a participar del bien común.
Égalité aspira a reunir la participación de todos aquellos que se proponen actuar por el bien común. Refiriéndose este concepto a la ética y criterios en los que se basan los convenios internacionales por los derechos fundamentales del hombre y del ecosistema. Con especial atención a los derechos de las comunidades más vulnerables -niños y ancianos, mujeres y LGBT, discapacitados y enfermos- así como a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS), en la Agenda 2030 de la ONU.
(Darío Dongo)