Los tres primeros proyectos de Égalité están dirigidos a una categoría de personas con discapacidad, aquellas que necesitan una silla de ruedas para poder moverse. Empujar una silla de ruedas requiere habilidad física, fuerza y resistencia al alcance de pocos. Especialmente en ambientes exteriores y más aún en países, como Italia, donde las barreras arquitectónicas son omnipresentes.
Movimiento en una silla de ruedas manual -además de ser difícil y agotador- aumenta el riesgo de caídas. Aceras con baches y/o sin resbalones, pendientes y desniveles son algunas de las principales causas de fracturas óseas y hospitalización. Para individuos que muchas veces, contrariamente a lo que muchos puedan creer, no están 'enfermos'. La suya es simplemente una condición de vida.
autonomía de estas personas debe ser promovida por el sector público y favorecida por la comunidad, con base en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Discapacitados y la normativa que la siguió. De hecho, el transporte público es a menudo inaccesible y los medios alternativos (por ejemplo, automóviles, taxis) están reservados para los pocos 'discapacitados ricos'. Los horizontes espaciales de la mayoría, en cambio, se limitan a las pocas manzanas alrededor de sus casas.
Égalité quiere ofrecer a las personas incapaces de caminar dos herramientas eficaces para la autonomía de movimiento. El E-TR, rueda eléctrica para sillas de ruedas, y su compañera ideal É-GT, silla de ruedas inteligente. Dos proyectos complementarios que encontrarán aplicación industrial no lucrativo y difusión generalizada, con el fin de cubrir costes y reinvertir en investigación.